7 de Octubre de 2018
Los 3 días que me quedan en Hanoi los voy a dedicar a hacer poco, hacer unas fotos, probar los famosos cafés que hacen aquí, comer, comprar el billete de tren que he leído que es tan bonito que me voy a pasar 16 horas en un tren para ir a Hoi An.
Empezaremos el día tarde y buscando un lugar original para probar el café de huevo que tanto he oido hablar. Tras una búsqueda de cafeterías, Hanoi está llena, decidí ir a uno lleno de post-it con mensajes de los clientes. The Note es el nombre. El primer piso estaba lleno de post-it, no había un lugar sin ellos.
El café de huevo estaba muy bueno, no es que dejen caer un huevo dentro del café, tiene una preparación. Aunque más que café me pareció un postre.
Tras el café me acerqué a la estación de tren a comprar el billete a Hoi An. Por la zona está lleno de pequeños talleres de mecánica, electrónica, arroceras eléctricas, viejas teles, … cada una hasta los topes de piezas.
La mujer de la estación bastante seca y centrada en su teléfono pero tras un rato conseguí que me vendiera el billete.
Otro café que me han recomendado es el de coco. También está muy bueno aunque tiene menos misterio que el de huevo.
También intenté ir a ver la puesta de sol a un lugar donde debería ver el sol tras un puente. Todo apuntaba muy bonito. Moto de ida. Fracaso absoluto. Moto de vuelta.
Por la noche volví al centro y pasear por el mercado nocturno y el lago. El mercado nocturno es una calle muy larga cortada al tráfico y llena de tiendecitas de ropa, souvenirs, electrónica, comida, … la recorro por un lado hasta el final y vuelvo por el otro.
Por el lago varios vendedores de globos. Una banda toda y la gente mira. Un grupo de gente baila salsa, es un poco bizarro, me quedo un rato mirando. La música básicamente es en español, les da igual el ritmo de la música ni que no tenga ni un poco de salsa, una pareja vestida como si fuera a competir, otra de abueletes que lo intentan, otra de mediana edad que se divierte, otra joven con actitud de profesionales. Suena Xuxa y la danza de Xuxa. Para ellos es salsa. «Xu xu xu xa xa xa, este es un ritmo nuevo y lo voy a bailar»
Me gustó mucho Hanoi, me pareció una ciudad con mucha vida y con un centro muy bonito. Me gustó mucho como al esconderse el sol salen a bailar, hacer gimnasia o pasear. Conocí un catalán en mi hostel que estuvo hace unos años de viaje por aquí y ahora volvió a buscar trabajo, porque Vietnam está creciendo. Es un buen momento para buscar trabajo por aquí. Me lo pensé porque sería una oportunidad interesante. Pero de momento me subiere a un tren 16 horas y seguiré mi camino.
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